El laboratorio chino Sinovac será la encargado de proveer 10 millones de vacunas contra el COVID-19 a Chile. No es un laboratorio desconocido para el país, ya que en la actualidad cuenta con cuatro vacunas registradas: dos para hepatitis A y dos para influenza. Estas últimas son aplicadas cada año y de forma masiva a la población en las campañas de invierno.
La vacuna contra el COVID-19, denominada “Coronavac”, cuenta con la autorización del Instituto de Salud Pública (ISP), entidad que permitió su distribución en Chile luego del análisis de un comité de expertos independientes al gobierno. Además de nuestro país, este medicamento también ha sido aprobado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil y la Administración Nacional de Productos Médicos de China. En ambos países se realizan masivas campañas de inoculación con este producto.
Según el alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo, “la Coronavac, que es la vacuna con que estamos inoculando en la comuna, pertenece a la empresa Sinovac, la misma que nos entregó la vacuna contra la influenza. Es una empresa seria, grande. No se está experimentando, no son ensayos ni pruebas. Es una vacuna segura para nuestra población”.
¿Cómo funciona la vacuna?
Coronavac está compuesta por un extracto inactivo del virus que produce el COVID-19 (SARS-CoV-2) que al ser inyectado ayuda al cuerpo a producir una respuesta inmune contra la enfermedad.
Según los estudios clínicos realizados por la Universidad Católica, Coronavac posee una eficacia del 100% a la hora de prevenir casos graves o moderados que requieran hospitalización y una protección del 78% al evitar casos leves a graves de COVID-19.
En cuanto a sus efectos adversos, el más común es el dolor en el sitio de inyección. Según los estudios clínicos, la mayoría de las reacciones fueron moderadas y los pacientes se recuperaron en un máximo de 48 horas. Mientras no hubo ningún efecto grave relacionado a la vacuna.