Francisca Montecino y Josefina Huencho:

Cerronavinas que inspiran

En Chile y el mundo, las mujeres se encuentran en desventaja en muchas áreas del desarrollo, pero sobre todo en materias relacionadas al trabajo. El techo de cristal, recibir menos sueldo por la misma labor que compañeros varones, mayor carga relacionada al trabajo doméstico y de cuidados, entre muchas otras. En Cerro Navia, las niñas y mujeres de la comuna por su parte, y el municipio por otra, pretenden dejar este paradigma atrás. 

Francisca Montecino y Josefina Huencho, ambas cerronavinas de 29 años, son un ejemplo de aquello. De tomar oportunidades sin considerar los estigmas o estereotipos de género, rompiendo barreras y abriendo caminos para otras mujeres. Ambas decidieron perfeccionarse y emprender el camino laboral en espacios mayoritariamente masculinizados, tomando la oportunidad que les entregó la Municipalidad mediante la Escuela de Artes y Oficios. Una electricista y una guardia de seguridad, inspiran a la comunidad.

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Francisca Montecino

“Me siento súper capaz de trabajar en un ambiente masculinizado”

Francisca Montecino es la mayor de 7 hermanos. Se enteró por un grupo de Whatsapp que el municipio iba a impartir un curso de Instalaciones Eléctricas Domiciliarias, y siguiendo los pasos de su padre, que trabajó como maestro funcional en la construcción por 17 años, no dudó en intentarlo. 

“Hice un curso especial para mujeres. Íbamos todas sin experiencia y con distintos objetivos: algunas queríamos trabajar permanente en esto, otras querían arreglar sus propias casas”

Tras terminar el curso, certificarse y pasar un tiempo buscando trabajo, ingresó como la única mujer a una obra de construcción:

“Somos seis personas en la cuadrilla y yo soy la única mujer (…) Los muchachos me ayudan harto, me han guiado en todo el proceso de aprendizaje. Incluso me acogió un maestro y me ha servido mucho de práctica, para aprenderme bien las normas, etc”

“Hacer el curso me sirvió mucho, ha sido un aporte monetario muy importante. En este trabajo ingresé como ayudante y nunca esperé el sueldo que me ofrecieron. Hace mucho la diferencia estudiar”

“A nosotras se nos valora mucho por nuestro orden y capacidad de organización, se están abriendo puntos de trabajo en obras para mujeres por esto. Hay cosas que por motivos de fuerza, al menos yo no puedo hacer, pero se van compensando con otras habilidades”

“Que otras mujeres se atrevan, tiene hartos beneficios de horario, flexibilidad, que te permiten compatibilizar otros aspectos de la vida”

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Josefina Huencho

“Mucha gente me ha cuestionado el trabajo de guardia, pero esto es lo que a mi me gusta”

Josefina Huencho, madre de dos hijos, realizó el curso de Guardia de Seguridad. Ya contaba con experiencia previa, pero tenía que renovar, ya que la certificación dura solo tres años. Antiguamente trabajaba en bodegas, pero ahora se desempeña como agente de seguridad en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez. Josefina trabaja de noche y cuida de sus hijos en el día, con turno de 4 x 4.

“Yo trabajo de noche, y en la dotación que a mi me corresponde somos más mujeres”

“Me doy cuenta que la mayoría somos mamás, tenemos el problema de trabajar en el día por el cuidado de nuestros hijos”

“Me considero luchadora, responsable, porque así mantengo mi hogar y a mis hijos”