Primera protesta de las disidencias sexuales en Chile: El recuerdo latente de la homofobia y discriminación
En la tarde del 22 de abril de 1973, durante el gobierno de la Unidad Popular, se formó de forma espontánea en Plaza de Armas la primera manifestación de las disidencias sexuales en el país, producto del hartazgo a la persecución y acoso policial que recibían en la zona. El mismo día, el grupo de ultraderecha Patria y Libertad realizó un ataque explosivo al monumento al Che Guevara en la comuna de San Miguel. Sin embargo, la atención popular, y sobre todo de la prensa, escogieron el camino de la homofobia.
Con titulares discriminatorios y peyorativos, diarios como El Clarín o la Revista VEA cubrían el hecho histórico como una “ostentación a las desviaciones sexuales”, tildando a las y los manifestantes como “maracos y colipatos”, cuando el enfoque de la protesta era otro: demandar derechos civiles no contemplados en ningún manifiesto o revuelta popular, como el respeto a los derechos humanos de las diversidades y el anhelo del matrimonio homosexual.
Tras años de persecución por parte de las fuerzas de orden público por “afectar la moral y buenas costumbres”, y en plena dictadura, en 1977 se forma el Movimiento Integración, conocidos por ser la primera agrupación homosexual en el país. Luego, en 1983 se conforma el Colectivo Ayuquelén, la primera agrupación disidente con orientación política de Chile, establecida por lesbianas y feministas.
La violencia hacia las disidencias sigue presente, y es por eso que los hechos que atentaron contra el respeto a la diversidad son recordados en efemérides que relevan la importancia de que los derechos humanos son inherentes a la condición humana, y deben ser respetados bajo cualquier circunstancia.